lunes, 9 de noviembre de 2009

"Nuestras aceras se quedan chicas"

Es muy frecuente ver y oir a operarios , como parte de la escenografia de cada día en nuestras ciudades, asfaltando nuestas carreteras con capas cada vez más finas de hormigón asfáltico, capas que se superponen una sobre otra sucesivamente ,entiendo para ahorrar el coste de quitar la anterior.Esta situación no preocuparía a nadie si uno no se preguntara ¿ hasta "cuánto" podemos subir una carretera ?.Tal vez parezca una observación un tanto "naif" , pero lo cierto es que muchas vías rodadas de diferentes barrios de la ciudad paradójicamente tiene la acera más baja que la carretera e inviertiendo la razón de ser de cada una, es decir, las aceras cuya función no es otra que encauzar el agua de las lluvias por la carretera a las alcantarillas resulta que ahora son las aceras las que lleván las aguas ,no a las alcantarillas, sino a las casas de muchos vecinos de nuestra ciudad, tal es así, que es frecuente ver en barrios tan conocidos como el de "Ciudad Jardín" ,que recoge gran número de casas históricas realizadas por arquitectos ilustres entre los que destaco a Miguel Martín Fernández de la Torre, que en las entradas a las viviendas va apareciendo un escalón que con el tiempo se va haciendo cada vez más grande con el fin de evitar la entrada de agua en las casas.

Teniendo en cuenta que la subida del nivel del mar por el cambio climático lleva una escala mayor de tiempo y requiere de una solución más compleja , propongo buscar una solución a esta situación que se nos presenta de manera más inmediata y para ello voy a compartir unas cuantas ideas que se me han ocurrido, compañeros.Así que ,a modo de respuesta del examen de test ,digo:

1) Presionar al ayuntamiento para que reparta octavillas donde especifique con detalle a los diferente vecinos de los muchos barrios afectados cómo ejecutar un escalón (presa) para evitar posibles inundaciones este invierno.
2) Impermeabilizar exterior e interiormente todas las casas afectadas por riesgo de inundacion y recoger el agua para vendérsela a empresas de agua y con el dinero obtenido recuperar la inversión ,y en los sucesivos años todo ganancias.....
3) Constituir una empresa especializada en la retirada de hormigón asfáltico compuesta con emigrantes de bajo coste.
4) Esperar a que pasen las “vacas flacas” , para no perder el tiempo , y demandar al ayuntamiento en un contecioso administrativo ,despúes de ganarlo todos solicitarán nuestros servicios por nuestra solvencia como técnicos prestos en leyes urbanisticas .
Salvo la alternativa 4) que ciertamente me gustaría saber si sería factible llevar a un contencioso al ayuntamiento para que indemnice daños ocasionados o corrija futuros problemas, el resto de alternativas proceden de un primer e irremediable impulso surrealista y carezco todavía del conocimiento suficiente para descodificarlas, por lo que prefiero desecharlas.

Espero que os animéis a buscar posibles soluciones a esta situación real que en un par de años estará de boca en boca ,y recordad que la unica arma que tenemos para cambiar las cosas es la denuncia........un saludo.

1 comentario:

  1. Los despropósitos siempre afloran en los ayuntamientos de cualquier cuidad. Los que dirigen el "cotarro" deberían recorrer la ciudad con el ojo del viandante para no solo ver las molestias sino arreglarlas, porque hay cosas que se escapan del entendimiento ciudadano, necesidades básica como tener aceras donde se debe y quitarlas para aquellos que supone una barrera. Y todo ello cuando cada vez nos piden más dinero del cual se supone servirá para mejorar la ciudad.

    La operación de quitar el asfalto es primordial porque si no la acera desaparece, pero lo fácil es, poner más acera. De este modo dentro de un par de siglo la calle habrá llegado a la altura de la azotea pero como falta mucho para ello pues que lo haga otro. Eso deben pensar en el ayuntamiento supongo.

    Estamos en lo de siempre, no sólo en este tema sino en muchos otros. Hacer hoy para ver mañana, es decir, si se hacen las cosas bien, nuestra ciudad mejorará en el futuro, pero parece que a muchos no les interesa porque no van a estar.

    Aprovecho la noticia para comentar lo de las aceras muy altas lo cual es un grave problema para muchos peatones con los mismos derechos.

    Para un discapacitado, una pequeña obra como reducir la altura de la acera unos 20 centímetros supone la diferencia entre poder pasar sin problemas o tener que dar un rodeo para llegar a su destino. Para una persona ciega, una baldosa adaptada, supone saber que se está llegando al final de la zona peatonal, y que se pasa al asfalto. Por tanto hay que habilitar rampas en aquellos pasos de peatones que todavía no han sido adaptados, así mismo, hay que colocar los bordillos de los paseos peatonales a cota cero y se están colocando baldosas antideslizantes con forma especial para informar del final de la acera a las personas con problemas visuales.

    Esperemos que se mejoren estos servicios que todos demandamos y que nos corresponden por derecho.

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