jueves, 5 de noviembre de 2009

CRUZ DE PIEDRA SE RESIGNA


Cruz de Piedra se resigna
La polémica obra del centro de menores da comienzo sin oposición vecinal y un 'ejército' de antidisturbios


R. G. / LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Los vecinos ya estaban resignados desde el lunes, cuando se les comunicó oficialmente que no había más alternativas, a perder un cacho de su nueva zona verde para edificar un centro de día para menores. Por eso, y tras mes y medio dando guerra, ayer se retiraron de manera ordenada y dejaron paso a los obreros y a la maquinaria de obra Poco antes de las 8.30 de la mañana la excavadora arrancaba con su pala el primer trozo de tierra de la ladera del polígono Cruz de Piedra junto al colegio Néstor de la Torre. Acababa también de esta forma con la oposición vecinal que desde hace mes y medio ha impedido el comienzo de las obras del centro de atención diurna para menores en riesgo de exclusión, un local que ha mantenido enfrentados a los habitantes del vecino bloque 11 con las autoridades municipales, las mismas que ayer enviaron a más de 30 policías antidisturbios para vigilar a apenas 20 amas de casa."Esta era la crónica de una muerte anunciada porque el que tiene la sartén por el mango es el Ayuntamiento y ahí nosotros ya no podemos hacer nada". Domingo Perdomo reconocía ayer, resignado, que a él y a sus vecinos ya no les quedaban más cartas que jugar tras forzar con sus concentraciones a pie de obra la permanente suspensión de las obras desde principios de octubre para preservar la nueva zona verde. Ayer, y ante la imponente presencia de ocho furgones de antidisturbios y una treintena de agentes, los pocos vecinos que aún se concentraron ante el solar de la obra se retiraron sin oponer resistencia al llegar la excavadora que, por fin, pudo hincar la pala a la zona verde inaugurada por el alcalde Saavedra en junio.Mientras la excavadora desmonta la ladera algún vecino grita a la policía y otros discuten entre sí. "¿Para que te quejas si aquí puedes traer a los chiquillos del barrio y no cómo ahora que hay que llevarlos a Guanarteme?", espeta una mujer a otra que grita: "¡Alcalde, dimisión!". A pesar del disgusto, aún queda un momento para la guasa. "El nuevo centro que hagan ya tiene nombre, se lo puso la concejala Inma Medina y se va a llamar 'Por mis cojones", ríe Pino Mentado en alusión a las palabras que supuestamente les dirigió la edila del distrito cuando les comunicó que el centro se haría a cualquier precio.

1 comentario:

  1. Tal vez podemos decir que nos encontramos en una situación en la que existe un cierto conflicto entre la vieja y la nueva política municipal.

    Mientras la "política" dictatorial precedente se horrorizaba ante movimientos vecinales, tratados como grupos beligerantes y reivindicativos por estar en contra de los intereses políticos, ante algo que tenía que ser como se ordenaba, sin más; la política actual, preocupada por el bienestar ciudadano y la atención a las peticiones y quejas de los mismos.

    No siempre es así...

    Se revela una cuestión bastante intersante y concluyente, ya que, en los barrios de menor renta percápita, se obtiene menor número de respuesta a sus peticiones.

    Ante la crónica de una muerte anuciada y en contra de la opinión vecinal frente a los intereses del barrio, se opta por la "solución de la política vieja" con una actitud prepotente y provocadora.
    Esto supone un claro ejemplo de los modos de actuación política en barrios marginales, que no tendrían lugar en otros barrios de mayor renombre.


    Es de destacar otro punto, no menos importante, y es la sinrazón de crear nuevas zonas verdes para, meses más tarde, prescindir de ellas.

    Nos encontramos ante el típico caso de políticos que, por no entender de las necesidades de ordenación del territorio, se mueven más por intereses económicos que urbanísticos y sostenibles, dando al espacio libre un papel secundario y, en algunos casos, innecesario, pudiendo ser sustituido "por cualquier cosa".


    Ante estas actitudes, hago las siguientes reflexiones:

    ¿Tenemos políticos preparados para llevar adelante a un país o, en este caso, a un municipio, ante el absoluto desconocimiento urbanístico y de las repercusiones ecológicas que todo ello conlleva?

    En cuanto a hacer caso omiso de las peticiones ciudadanas, ¿sucedería lo mismo, por ejemplo, con el movimiento vecinal de Mesa y López?, ¿es correcta la actuación del Ayuntamiento con este barrio?, ¿la justicia actúa para todos por igual, o es sólo una utopía...?

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