jueves, 22 de octubre de 2009

El extraño caso de Tío Pino

El Plan General de Ordenación (PGO) de Santa Cruz de Tenerife ha provocado una reacción en cadena en lugares como la urbanización La Florita en Tío Pino, donde de un día para otro los pisos superiores de los edificios han quedado fuera de ordenación.
Los vecinos aún no se han repuesto de la noticia y han presentado alrededor de doscientas alegaciones al nuevo planeamiento que seguramente se contabilizará como una sola al tratar el mismo asunto. En total, son 226 las familias que habitan en esta urbanización construida hace tres décadas y cuyas alturas rondan entre las ocho y las cinco plantas. Pues bien, a partir de la cuarta altura, los pisos se sitúan en esa especie de limbo urbanístico que se llama fuera de ordenación.

O lo que es lo mismo sus propietarios verán limitadas las obras que lleven a cabo y que en cualquier caso no tendrán ningún valor real a la hora de hacer una tasación. Pero sobre todo el precio de estas casas será el mínimo catastral. Así en este lugar se dará la paradoja de que mientras el vecino de abajo tiene valorada su vivienda en 150.000 euros, por ejemplo, el de arriba apenas podría venderla por 30.000. La decisión de los redactores del Plan arroja algunas paradojas que sólo podría resolver un teólogo o urbanista especializado. Por ejemplo, si hubiese un terremoto o un incendio y desaparecieran los pisos superiores los propietarios tendrían que ser realojados en los inferiores de manera que se tendrían que reconstruir una especie de apartamentos a la japonesa para darles cabida a todos ellos, ya que tienen derecho a participar de la propiedad.

Reforma. Los vecinos también se preguntan si el Ayuntamiento les va a indemnizar por la pérdida de valor de los inmuebles o si las obras de reforma que lleven a cabo en el futuro, por pequeñas que sean, van a ser legales. La razón de este extraño fenómeno urbanístico o paranormal, según se mire, parece radicar en el proyecto de construir en la parcela que actualmente ocupa la antigua fábrica Celgán situada justo enfrente de La Florita un edificio de 15 alturas y noventa metros de largo. A partir de aquí, se ha tenido que repartir la edificabilidad de la zona con lo que salieron perdiendo precisamente los que viven en la misma desde hace tres décadas, frente a los que aún ni siquiera han llegado a este barrio de Santa Cruz.

la noticia completa en: http://www.laopinion.es/tenerife/2009/10/04/florita-pgo/247086.html

fuente: La Opinión de Tenerife
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Hablando en plata, el nuevo bloque de viviendas que el PGOU contempla construir hace necesario el replantamiento de la edificabilidad en el sector. A mi entender lo más lógico sería no construir las 15 plantas que se pretende evitando el desequilibrio legal que se va a conseguir con esta propuesta ( donde caben 2 no caben 10). Habría también que cerciorarse si los bloques situados en Tio Pino desde hace 30 años, ya se situaban fuera de ordenación por el antiguo PGO, o si cumplen la Ley vigente en el momento de su construcción.

Esta noticia nos puede servir para cerciorarnos de la evidente metedura de pata del ayuntamiento, el cual ha ignorado completamente a los actuales vecinos. Para mí, casi más importante que el error del ayuntamiento es la preoucupación de los ciudadanos, claro está que tranquilos no pueden dormir ante este nuevo problema de ''ilegalidad'' en el que se ven sumidos, pero parece que únicamente andan preocupados por el dinero.Solo se preguntan si la casa de su vecino del 3º va a valer más que la suya pues en este país lo único que nos preoucupa al parecer es si fulanito va a ganar más que yo.

A pesar de que a día de hoy por fín nos hemos dado cuenta que el negocio de la especulación inmobiliaria es un problema para la ciudad y por tanto para la sociedad. Todavía seguimos pensando únicamente al comprar una vivienda: ¿cuánto valdrá dentro de 5 años?. No compramos una vivienda para vivir en ella( que sería lo normal), compramos una vivienda para venderla dentro de unos años y poder así hacer negocio, para corrobar esto solo tengo que leer las palabras de una vecina en el articulo: "Me he llevado un buen disgusto. Primero que la casa no la vendes y en cualquier caso valdría muy poco".


Los vecinos de Tio Pino no se han parado a preguntar si los equipamientos existentes en el barrio serán suficientes con los nuevos vecinos, (tampoco si el ayuntamiento tiene pensado en construir nuevos)...o si la empresa CELGAN ha encontrado un negocio más fructífero que los yogures. Ellos quieren su dinero lo demás da igual.

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