
Desde esta mañana, la autovía GC-2 cuenta con dos carriles abiertos al tráfico en sentido Norte-Las Palmas, con lo que la Consejería de Obras Públicas y los alcaldes de los municipios afectados esperan evitar los interminables atascos de los últimos días.
Como estudiantes de arquitectura, debemos reflexionar ante noticias como esta, no pudiendo pasar desapercibidas por cuanto nos afecta, tanto en el ámbito académico y profesional, como en el sociológico, porque ante todo, somos usuarios de esta tierra y somos nosotros quienes la gestionamos, o así debería ser.
ResponderEliminarSin duda, el nuevo carril permitirá un desplazamiento en menor tiempo para los usuarios que demandan desde hace años, la desaparición de largos atascos que les hace perder mucho tiempo y dinero. El nuevo carril abierto en sentido Norte-Las Palmas permitirá no sólo un tráfico más fluido, sino también una mayor densidad de tráfico diaria, respecto a la que acumulaba hasta hoy el citado carril, sin olvidar que esta es una de las cuantiosas fases con las que cuenta el proyecto y que serán del mismo modo inauguradas en un futuro muy próximo.
¿Que supone para el territorio la apertura de este tipo de infraestructuras? Si las personas llegan más rápido a los lugares de trabajo, no tendrán problemas para comprar su vivienda cada vez más lejos con respecto a la ciudad. Lo primero que se construye en un asentamiento urbano de una cierta importancia o magnitud, es la vía rodada y posteriormente la edificación. Por lo tanto, sin contar con el impacto paisajístico que conlleva este tipo de actuaciones, que desplazan más si cabe hacia el olvido al territorio natural, hay que comprender el inmediato efecto que supone en nuestro suelo, en términos de nuevas zonas urbanas que, al contrario de lo que se estipula en favor de la conservación del patrimonio natural, supondrá de manera muy rápida y posiblemente mal gestionada, la aparición de nuevos núcleos urbanos que no contribuyen en absoluto a la sostenibilidad.
Todos recordamos el artículo del arquitecto y académico Fernando de Terán “La gran excusa Cerdá”. Pues bien, ¿Dónde están los defensores de la ciudad compacta? ¿Quiénes se están preocupando y ocupando hoy del modo de hacer cuidad, para que no se siga consumiendo territorio legalmente de manera tan derrochadora?
Creo que es un tema a debatir y estoy seguro de que hay muchos puntos de vista a cerca de esta situación u opiniones interesantes que aporten datos y experiencias personales porque si ello no fuera así, la participación ciudadana con respecto a estos temas que a todos nos afecta por igual, sería una realidad, que a día de hoy brilla por su ausencia.
Irande, yo también me pregunto donde están los defensores de la ciudad compacta de la que no se para de hablar. Por lo que tengo entendido la normativa actual que regula el territorio Canarias intenta evitar que sigan apareciendo nuevas zonas urbanas descolgadas en el territorio. Se intenta supongo que desde los planes insulares hasta los planes generales de ordenación de cada municipio fomentar un desarrollo que favorezca a la ciudad compacta.
ResponderEliminarLa densificación de nuestro tejido urbano es sin duda para los canarios una tarea vital de la que depende nuestro territorio. El modelo que se ha llevado hasta el momento es insostenible.
Este es sin duda un tema que se podría tratar en clase. Para conocer cuales son las leyes que promueven una ciudad compacta.
Articulo: http://www.loquepasaentenerife.com/blog/alejandrobeautell/22-07-2008/laciudadesdensa
El crecimiento urbanístico y demográfico experimentado en las ciudades durante el siglo XX no ha tenido en cuenta el impacto de esta transformación sobre el medio urbano, y en consecuencia, tampoco las repercusiones en la calidad de vida de sus habitantes.
ResponderEliminarNadie puede negar que el espacio en el que desarrollamos nuestra actividad cotidiana ha mejorado, sensiblemente, en algunos aspectos a lo largo de las últimas décadas y es este sentido, no es aceptable la afirmación de que cualquier tiempo pasado fue mejor. En efecto, la modernización de la red viaria con la pavimentación de calles y plazas, la universalización a todos los barrios y casas del agua potable, y la extensión del alumbrado público son avances significativos en la comodidad de los ciudadanos. Sin embargo, la calidad de vida de los habitantes de una ciudad no puede limitarse a la consecución de las necesidades más elementales. Existen multitud de elementos que conforman el medio urbano que inciden de manera significativa en las personas, y que se incluyen en el diseño de la planificación y ordenación del crecimiento de una ciudad.
En los últimos años, las administración local ha iniciado un plan de modernización de los exteriores que ha supuesto la peatonalización de algunos tramos viarios del centro, como Vegueta o los alrededores de Triana; idea afortunada y bienvenida por los transeúntes de estos lugares, que han visto recuperado un espacio necesario para realizar de manera más cómoda y segura sus actividades. Esta medida, no obstante, se antoja aún insuficiente. Con ella, Las Palmas de Gran Canaria se ha querido sumar a la corriente europea de reconvertir los centros urbanos en espacio para el esparcimiento del peatón, pero a la intención es preciso exigirle mayor impulso para que sus efectos se hagan extensibles a una superficie más extensa que beneficie a un mayor de número de conciudadanos. Dentro de los parámetros de la Ciudad Compacta que promueva y desarrolle la sostenibilidad y el ecourbanísmo.
La realización de este proyecto debería ir unido, de manera indisoluble, a una mejora del transporte público que, en nuestra capital, se limita al servicio municipal de guaguas. Y es que la saturación de tráfico, unida a la compleja estructura viaria heredada del pasado histórico, es motivo de una preocupante contaminación por ruido y polución que hace el recorrido de numerosas calles céntricas una experiencia desagradable y nada favorable para la salud. Sin entrar a exponer la gran cantidad de tiempo que algunas líneas requieren para completar su recorrido. ¿Será una buena solución el tranvía? ¿No provocará que la ciudad se expanda sin control?