Dos empresarios y un abogado declararán por un presunto delito de estafa
ANTONIO CABRERALa denuncia de los vecinos del casco viejo de Corralejo ante el fiscal Anticorrupción por la presunta trama urbanística creada en torno a la propiedad de sus viviendas ha comenzado a dar sus frutos. El titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Puerto del Rosario, José Guzmán Herrero, ha citado a declarar como imputados a dos empresarios y un abogado por un presunto delito de estafa continuada.
El pasado 6 de marzo unos 70 vecinos del citado pueblo majorero presentaron ante Anticorrupción el resultado de un estudio de investigación que ponía al descubierto el entramado de empresas y sociedades fantasma que han intervenido en las operaciones urbanísticas relacionadas con sus viviendas.
El colectivo de afectados siempre ha apuntado a las entidades Delval Internacional, SA, y Sincronía 99, SL, y a su administrador único, Manuel Jiménez del Valle, al que acusan de comprar el suelo donde se ubican sus casas aprovechando que no se encontraban registradas.
La denuncia ante Anticorrupción vino derivada de una sentencia de la Audiencia Provincial que detectó indicios de un delito de estafa continuado por las ventas realizadas por las citadas empresas. Ante ello, la magistrada Corral acordó remitir todas las sentencias falladas al Fiscal Anticorrupción.
Ahora el juez Guzmán tomará declaración como imputados a los empresarios Jiménez del Valle y Blas Alonso, así como al abogado Fernando Rodríguez, según anunció ayer el colectivo de afectados.
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Ya se buscan imputados por el caso del Casco Viejo de Corralejo.
ResponderEliminarTras la lucha de varios años y todavia no finalizada para la recuperación de las casas del Casco Viejo, alrededor de 60 casas, para que sean devueltas a sus propietarios, estos trámites llevan en Juzgado de Primera Instancia y Audiencia Provincial de Las Palmas desde el año 2004 tomandose las primeras medidas cautelares desde el 15 de octubre del 2004 y llegando a tomar sentencias hasta desde el Tribunal Supremo de justicia.
Todos los trámites llevados a cavo han sido para recuperar las casas, pero ya hay que buscar a los responsables de esta injusticia y desde que en 2008 la Audiencia Provincial de Las Palmas ve un delito de estafa en el Casco viejo y lo remite a la Fiscalía Anticorrupción, hasta esta noticia donde se citan a declarar como imputados a dos empresarios y un abogado por el presunto delito de estafa continuada.
La verdad es que es triste que estas cosas ocurran, parece mentira que existan personas que estén tras propiedades que no están registradas para irse apropiando de ellas, aprovechando el desconocimiento de los propietarios, puesto que en su mayoría son personas mayores, que lo menos que están pensando es que "nadie las va quitar la propiedad de las casas en las que llevan viviendo toda la vida" y si no llega a ser que los que estafaron mueven ficha antes de tiempo y los propietarios se percataron de la trama, ya casi que no se hubiese podido hacer nada.
Para mayor información : http://www.cascoviejodecorralejo.com/
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ResponderEliminarSe suceden los casos de engaños y robos de unos pocos a todos los ciudadanos. Es una vergüenza pero por suerte se están encontrando este tipo de asuntos a los que no se puede ignorar para que los responsables no tengan la oportunidad de repetir de nuevo los actos corruptos.
ResponderEliminarEspeculando con la vivienda y más en la situación en que está, es para no dormir. Si hay personas con esa sangre fría, que paguen por sus actos. En Fuerteventura con la cantidad de suelo rustico que hay y el montón de viviendas de pocas escala, seguro que hay muchos casos similares que irán saliendo a la luz y será erradicados.
Debemos colaborar ente todos para denunciar bajo sospechas porque es imposible que la administración por si sola controle todos los casos. Hay mucha gente que sabe de hechos corruptos y se calla por miedo. Todo debe salir a la luz porque si no la bola de nieve va creciendo y es más difícil zanjar los asuntos debidamente.
Co todo ello, esperamos que en los próximos años la isla tenga un crecimiento controlado o al menos dentro de la legalidad, respetando los espacios naturales declarados y con la esperanza de que se declaren otros nuevos que conserven lo que hay por mucho tiempo.